Si habías oído hablar de ello, hasta el momento, habrá sido como HTTP-over-QUIC. Porque hasta ahora se trataba de un protocolo experimental, pero finalmente será renombrado a HTTP/3 para convertirse en la tercera versión oficial del protocolo HTTP. Será además la segunda tecnología experimental desarrollada por Google que acaba convirtiéndose en protocolo HTTP de forma oficial, después que SPDY se convirtiera en la base de HTTP/2. Esta tercera iteración combina HTTP/2, TCP, UDP y TLS –entre otras cosas-.
HTTP-over-QUIC- es una “reescritura” del protocolo HTTP basándose en QUIC en lugar de TCP como tecnología esencial. El nombre, de hecho, es QUIC por “Quick UDP Internet Connections”. La intención de Google es que QUIC se convierta en el sustituto, aunque de forma progresiva, tanto de TCP como de UDP.
La empresa quiere que QUIC reemplace lentamente tanto TCP como UDP como el nuevo protocolo de elección para mover datos binarios a través de Internet, y por buenas razones, ya que las pruebas han demostrado que QUIC es más rápido y más seguro debido a su implementación cifrada por defecto (el borrador actual del protocolo HTTP-sobre-QUIC utiliza el protocolo TLS 1.3 recientemente lanzado).
Ya se ha definido HTTP/3 con HTTP-over-QUIC ¿cómo afectará esto a Internet?
Desde Chrome 29 y Opera 16 ya está implementado el soporte para HTTP-over-QUIC; es decir, que estos dos navegadores web ya están preparados para la transición. En un inicio, tan solo los servidores de Google aceptaban este tipo de conexiones, pero Facebook ya ha comenzado a adoptar esta tecnología, por ejemplo. A estas alturas, el 31,2% de los 10 millones de webs más importantes son compatibles con HTTP/2, que es la iteración vigente del protocolo, mientras que tan solo un 1,2% son compatibles con el que será HTTP/3, HTTP-over-QUIC.
Las ventajas de HTTP/3 están en un aumento de la eficiencia y reducción de la latencia, así como una mayor seguridad. Como muestra el esquema que acompaña a este artículo, se logra una latencia cero en “segundas conexiones” con un mismo servidor, mientras que una primera llamada supone 100 ms de latencia en relación a una conexión idéntica, pero con TCP + TLS. El intercambio de paquetes es menor, luego la eficiencia en la comunicación es superior. Y la incorporación de TLS en el propio protocolo supone un importante paso hacia el frente en términos de seguridad.